Asignar tareas domésticas a los niños es un hábito que toda familia debería adoptar.
Pero, es cierto que en numerosas ocasiones, como padres, nos preguntamos qué debemos exigir a nuestros hijos.
Para hacerlo de una manera correcta y sacar un beneficio de ello, es importante que conozcamos qué cosas tienen que hacer los niños en cada tramo de edad.
En este artículo te presentamos las tareas que debe hacer un niño según su edad, así podrás exigirle en función de sus capacidades.
ÍNDICE DEL ARTÍCULO
Beneficios de que nuestros hijos ayuden en casa
Hay padres que, a fin de dar prioridad a las asignaciones escolares y actividades extracurriculares evitan que los niños colaboren en el hogar; incluso les dicen que su único deber es estudiar.
No obstante, actuar de esta forma hará que los hijos piensen que el mundo que los rodea está para servirles y lamentablemente crecen con una idea distorsionada acerca de las responsabilidad y la importancia del trabajo.
En cambio, enseñarles a hacer tareas para cuidar la casa les proporciona muchos beneficios.
En otras palabras, todo niño que contribuye al mantenimiento del hogar se convierte en una persona preparada y competente.
De hecho, hay pruebas que demuestran que niños que se han criado con el hábito de ayudar con los quehaceres del hogar, están más dispuestos a participar en labores comunitarias cuando llegan a la edad adulta.
Tareas que hacen los niños según la edad
La clasificación que exponemos a continuación tiene la intención de proporcionar una idea genérica de las actividades que puede realizar un niño según la edad.
Sin embargo, cada padre deberá evaluar las condiciones de tu hijo y establecer cuáles de estas tareas puede llevar a cabo.
- Comer solo.
- Guardar objetos en un cajón.
- Llevar la ropa a su habitación.
- Organizar los juguetes.
- Regar las plantas.
- Tirar cosas a la basura.
- Lavarse las manos.
- Fregar platos con supervisión de un adulto.
- Poner la mesa.
- Vestirse solo.
- Aspirar o limpiar el polvo de los muebles.
- Hacer la cama.
- Organizar la mesa o escritorio.
- Preparar su mochila.
- Cuidar y alimentar a la mascota.
- Ducharse solo.
- Limpiar el suelo.
- Preparar desayunos y comidas sencillas bajo la supervisión de un adulto.
- Cuidar de su hermano menor.
- Limpiar el jardín.
- Limpiar su habitación.
- Sacar a pasear la mascota.
- Tender la ropa.
Cómo involucrar al niño en las tareas de la casa
Incluirlos lo más pronto posible en las tareas
Mientras más rápido comencemos a asignarles tareas, más rápido crearán el hábito.
Recordemos que los niños cuando están pequeños tienden a imitar a sus padres y les gusta ayudar.
Por esta razón, algunos padres han enseñado a sus hijos a colaborar a partir de los 2 años; de esta manera, al ir creciendo no se les dificulta incrementarle las tareas.
No exigir más de lo que puedan dar
Como hemos visto anteriormente, es importante que las labores estén adaptadas a la capacidad del niño.
Si procuramos hacerlo así, haremos que el niño se sienta cómodo con su asignación y evitamos que sea una carga pesada para él.
Explicarles cómo se hacen las tareas
Obviamente nuestro hijo está en un constante proceso de aprendizaje y nosotros estamos allí para instruirlos en cada actividad que vayan hacer; aún si se trata de la tarea más sencilla, no podemos dar por hecho que saben hacerlo.
Enseñar que las tareas del hogar son prioridad
Es verdad que los niños deben cumplir con las exigencias del colegio, pero no debemos olvidar que contribuir en el hogar desarrolla su personalidad.
Por tanto, hemos de enseñarles a administrar el tiempo y cumplir con su responsabilidad dentro de la familia.
Enfocarse en el objetivo.
El objetivo de asignar tareas a los hijos es enseñarle valores y destrezas que lo ayudarán en su futuro.
Así que si tarda en realizarla o no lo hace bien del todo, no lo critiques y resiste el impulso de acabarlo tú mismo.
Lo que queremos es que nuestro hijo aprenda responsabilidad y que disfrute del trabajo.
Recompensa a tu hijo
Es importante agradecer el esfuerzo que ha hecho nuestro hijo por ayudar en la casa.
Por tal razón, trate de hacer algo que le guste a tu hijo como recompensa, podría ser su merienda favorita o hacerle un obsequio.
Pero debes ser prudente en esto pues no queremos que el niño comience a realizar las actividades solo por la recompensa. Por ello, en ocasiones bastará con solo darle las gracias.
Elogiarlos sinceramente
Es importante que encomiemos a nuestros hijos por el buen trabajo que hacen y por el entusiasmo con que lo hacen.
Esto los hará sentir satisfechos con su trabajo y se sentirán bien consigo mismos.
Ahora ya sabes que debes exigir a tu hijo según su edad y, recuerda:
Cada labor debe ser adecuada en función a la edad del pequeño y el tiempo a dedicar debe ser equilibrado, de manera que no interfiera con sus deberes escolares y a su vez no le robe el tiempo necesario para descansar y divertirse.
